Ya hemos comentado varias veces que la grave situación de crisis económica ha aguzado el ingenio de empresas y empresarios que buscan una idea que les haga progresar en sus negocios.

La última para ganar en productividad la ha ofrecido el fundador de la empresa británica Virgin, conocida principalmente por la aerolínea, pero que incluye agencias de viaje, trenes, telefonía y televisión. Así, Richard Branson ha dado libertad a sus trabajadores para que se tomen vacaciones cuándo quieran y por el tiempo que quieran sin pedir, además, ninguna autorización. Este empresario multimillonario, que confía plenamente en la profesionalidad de su equipo, considera que si trabajar de 9 a 5 ya no funciona, ¿por qué deberíamos restringir las vacaciones anuales?

La idea es dejar a los empleados la opción de decidir el tiempo que quieren cogerse de vacaciones y en el momento que quieran, siempre y cuando estén al cien por cien seguros de que tanto ellos como sus equipos están en disposición de hacer frente a sus proyectos y –muy importante– que su ausencia no va a suponer un daño para la empresa y, por tanto, para su carrera profesional.

Branson anunció la medida a través de la web de la compañía para su personal más cercano, 170 empleados de la oficina central, pero que podría hacerse extensiva a las cerca de 50.000 personas que conforman Virgin Group en 50 países.

Dice también que se inspiró en la estrategia de Netflix, una empresa de EEUU que ofrece servicios de películas, que apuntó que la moral de los trabajadores, la creatividad y la productividad de la compañía aumentaron cuando no se puso límite a las vacaciones.

Así pues, una nueva idea para los autónomos y emprendedores ávidos de nuevos métodos para alcanzar la máxima productividad en sus negocios.