El sistema de franquicia ha vuelto a crecer –y ya van cinco años consecutivos– gracias, principalmente, a la reducción del riesgo de fracaso que supone para el empresario y por el buen aprovechamiento que se hace de las economías de escala por pertenecer a una red.

Pero, ¿qué es una franquicia? ¿Cómo funciona?

Según el portal especializado InfoFranquicias.com, la franquicia es una tipología de contrato mercantil entre dos empresarios independientes mediante el cual el primer empresario (franquiciador) le cede al segundo (franquiciado) el derecho a explotar en exclusiva en un mercado y por un plazo de tiempo un modelo de negocio, utilizando su marca para distribuir sus bienes o servicios bajo unas directrices de la marca a cambio de una serie de contraprestaciones económicas.

¿Qué ventajas tiene para el franquiciado?

Esencialmente tres:

  • La seguridad de buen funcionamiento de la franquicia en el mercado.
  • La disminución del riesgo de fracaso del empresario frente a otros proyectos porque el franquiciador ya ha superado los problemas iniciales y ha corregido los errores propios de toda nueva iniciativa.
  • El franquiciado está sujeto a unas normas fruto de la experiencia del franquiciador y que constituyen la base de su know-how.

¿Por qué la franquicia está triunfando a nivel mundial?

Básicamente, porque permite a una pequeña empresa competir con una grande, ya que el emprendedor ha montado su negocio con el respaldo de una marca y organización central, y porque esto le permite tener mejores precios y menos riesgo.

Por su parte, el franquiciador crece con la inversión de los nuevos empresarios y consigue más fuerza para competir al aumentar la dimensión de la red de franquicias.

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