ser autonomo

En el momento de lanzarse a trabajar por cuenta propia, son muchas las dudas que aparecen. Una de las más grandes es el hecho de cuál es la mejor figura legal para ello. Ser autónomo conlleva un tipo de responsabilidades y de obligaciones, tanto si se es autónomo profesional como autónomo empresario. Sin embargo, para muchas personas, frente a todas esas obligaciones y responsabilidades, ven en la sociedad limitada otra salida como figura legal. Hoy en Sureservice te lo contamos.

Ser autónomo o crear una sociedad limitada

Hay que aclarar que estamos hablando de cuestiones muy distintas y que en gran parte todo ello dependerá del tipo de negocio que se decida tener y por supuesto del capital que se vaya a invertir.

Otro de los factores que influye es la cantidad de personas que vayan a ser parte del negocio. Para que no queden dudas vamos a ver más en detalle todo.

Qué diferencia el ser autónomo de ser sociedad limitada

En ambos casos, estamos hablando de figuras legales para generar empresas propias.

Tanto en el hecho de ser autónomo como de crear una sociedad limitada, no hace falta que sea más de una persona, una única persona puede crear cualquiera de las dos figuras.

La diferencia radica en el hecho de que un autónomo es una persona unitaria que trabaja por cuenta propia, mientras que en una sociedad limitada se puede llegar a tener más socios. No existe un máximo ni mínimo en estos casos.

Si se decide iniciar una empresa con la figura de autónomo, no hace falta tener ningún dinero inicial, es decir, no hace falta un capital que se debe enseñar obligatoriamente. En el caso de la sociedad limitada, el capital social a aportar debe de ser como mínimo de 3 mil euros.


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Deuda

En lo que se refiere a las deudas, también hay diferencias. Cuando es una sociedad limitada, la persona va a responder a las deudas con el capital que haya aportado.

En el caso del autónomo, deberá responder a las deudas con su propio capital. Cabe destacar aquí también que en caso de que el autónomo no cuente con patrimonio o no llegue a saldar la deuda, se podría ir contra el patrimonio y bienes de su conyugue en caso de que esté casado.

Existe una figura en este caso que se podría llegar a incluir que es el hecho de ser autónomo con responsabilidad limitada.

Órganos sociales

Al ser autónomo, no existen los órganos sociales, mientras que en una sociedad limitada, sí que se cuenta con una Junta General de socios y de administradores, desde donde se pueden modificar los estatutos, reducir o aumentar el capital, entre otras tareas.

Por último, pero no menos importante, los autónomos tienen lo que se llama el Impuesto sobre la renta de las personas física o dicho de otra forma el IRPF. En el caso de la sociedad limitada lo que aparecen son los impuestos de sociedades.

Por supuesto que la decisión dependerá siempre del tipo de negocio y empresa que se quiera realizar. Lo más recomendable es también tener en cuenta el tema de seguros y accidentes para estar cubierto en cada caso, tanto si se decide ser autónomo como abrir una sociedad limitada.

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