Cuidar a personas dependientes en nuestro país sigue siendo un problema, sobre todo económico. Tan es así, que más de la mitad de las personas mayores de 65 años cuidadoras de familiares con dependencia no reciben ningún tipo de ayuda de los servicios sociales.

El último Barómetro del Mayor que ha realizado el instituto de opinión Simple Lógica para la Unión Democrática de Pensionistas (UDP) destaca además que el 50% de estos cuidadores no tiene vacaciones y lleva una media de 11 años haciendo estas labores de cuidar a un dependiente. Añade que el 70% conviven con la persona a la que cuidan, por lo que en el 91% de los casos, el trabajo de cuidador es una tarea que se realiza de forma continua.

En el caso del resto de cuidadores, los que tienen menos de 65 años, la mitad viven con la persona dependiente a la que cuidan. El 81% de éstos lleva siete años realizando este trabajo. El 24% recibe una ayuda esporádica de familiares, pero el 21% se financian ellos mismos todos los gastos. Hay que destacar que sólo el 4% de los cuidadores de este grupo general recibe ayuda de los servicios sociales y sólo un 11% puede pagar los servicios de un cuidador.

Al respecto, el vínculo que une a la persona dependiente con su cuidador es casi siempre familiar. En el caso de los mayores de 65 años, el 53% es el propio cónyuge. Se trata de un hijo en el 12% de los casos, de una madre en el 9% y de otro familiar en el 18% de las ocasiones. Entre los cuidadores menores de 65 años, esta atención se dirige fundamentalmente a los padres (49%), a la pareja (14%), la abuela (9%) y otro familiar en el 15% de los casos.

Para terminar, el presidente de UDP, Luis Martín Pindado, considera “preciso establecer programas de respiro familiar y de apoyo a cuidadores informales”. Recuerda que, en la mayoría de las ocasiones, soportan situaciones límite.