Todo el mundo sabe que si los trabajadores de una empresa están motivados, los resultados serán mejores. Si el empresario tiene capacidad para incentivar a sus empleados, conseguirá de éstos un mayor rendimiento y, por tanto, mayores beneficios para la compañía.

Conseguir esto no es fácil. Parece lógico pensar que la mejor forma de incentivar a un trabajador y retener el talento es con una mayor remuneración económica, pero no siempre hay dinero para respaldar un incentivo y, por otra parte, no siempre ésta es la solución para motivar a un empleado, que busca otros alicientes.

Según una encuesta de Adecco sobre la Felicidad en el Trabajo, el 39,3% de los empleados considera que el secreto está en disfrutar del trabajo, el 17,6% cree que lo fundamental es tener un buen ambiente de trabajo y compañerismo y sólo el 13,3% habla de mejor salario.

Por tanto, qué puede hacer el empresario para motivar a sus empleados y hacerles sentir felices en sus puestos:

–       Unas buenas relaciones personales, abiertas, buen trato, educación y ser agradecido con el trabajo bien hecho harán siempre sentir bien al trabajador. Hay que celebrar conjuntamente los éxitos.

–       Las actividades extra laborales son una buena forma de hacer equipo. Divertirse es fundamental para que ese ansiado “buen ambiente” se consiga.

–       Una comunicación fácil entre jefe y trabajador y transparencia en la realización de proyectos y consecución de objetivos mantendrá involucrado al empleado. Escuchar sus necesidades laborales y sus proyectos son siempre una fuente de ideas y hará que el empleado se sienta valorado.

–       Ofrecer una formación gratuita ajustada a las necesidades de la empresa es un incentivo para el trabajador, puesto que se forma sin coste alguno, y un beneficio para la compañía porque cuenta con miembros mejor preparados. Todos ganan.

Para terminar, hay que recordar que motivar únicamente con incentivos económicos puede tener al final resultados opuestos al buscado.