crecimiento empresa

Ser gerente o dueño de una nueva o pequeña empresa está asociado a una variedad importante de emociones difíciles: Puede ser emocionante, aterrador, desesperante, poderoso y humillante, y todo a la vez. Si a eso le sumamos que el negocio empieza a encontrar su sitio incluso a crecer, es probable que todo se complique aún más.

Las complicaciones de una pequeña y mediana empresa y como gestionarlas

Si realmente lo que buscas es llevar una vida tranquila, con ingresos constantes, sin complicaciones, no elijas ser propietario de una empresa. Aun obteniendo recompensas económicas interesantes, las etapas iniciales y de crecimiento de una empresa están casi siempre llenas de retos, esfuerzo y sufrimiento.

En el artículo de hoy del Blog de Sure Service te contaremos cuáles son algunos de esos retos y la mejor forma de superarlos.

Flexibilidad

Lo habitual es que el emprendedor funde su empresa en base a una idea de negocio basado en su producto o servicio, normalmente. Ocurre que se suele considerar así mismo como el padre de la criatura y la forma de gestionar se base más en un enfoque que podríamos llamar “a mi manera”. Los empresarios que han pasado más tiempo en el campo de batalla pueden apoyarse en su experiencia y saber cuándo es el momento de cambiar de marcha.

Los empresarios experimentados entienden que la primera idea no siempre es la mejor idea. En otras palabras, debes estar dispuesto a cambiar de marcha o de sentido cuando tu idea inicial o concepto no funciona como debería. Por supuesto que este es uno de los retos más duros y críticos a los que se enfrenta un empresario. Son muchos los negocios que han comenzado con una idea inicial y han acabado vendiendo otra. Es normal que ocurra y crítico porque los que no han cambiado ha perecido. Para una transición sin dolor no debemos verlo como una “renuncia” sino mirarlo como una “transición”. Un ejemplo de esto es el empresario que todos los finales de año, reunía a todos los equipos para desmontar la idea de empresa y reinventarse de nuevo a primeros de año. Al fin y al cabo se trata de hacer un cambio inteligente que beneficie a tu empresa en el presente y futuro.

Delegar

Una de las lecciones más difíciles de aprender para aquellas personas que tienen cierta responsabilidad sobre otras en el lugar de trabajo es el delegar ciertas actividades o funciones que realizaban para que sean hechas por otros empleados. Si encima eres el gerente, esas actividades pueden ser todas.

El primer error es pensar, en cuanto se produce un error, en la típica frase “Si quieres que se haga lo tengo que hacer yo mismo”, error. Si quieres que se haga debes primero, elegir a la persona con la actitud adecuada para esa tarea y que además le suponga un reto y una motivación extra, y segundo, las aptitudes y conocimiento del “cómo hacer” son aprendidas porque son enseñadas. Si falla alguna, el delegar se convierte en trabajo extra para todos en vez de un crecimiento paralelo de empleados y empresa .

Debes ser consciente de que tu no puedes hacerlo todo solo, y cuanto más crezca una empresa más fuerza coge esta afirmación.

Contratación

La piedra angular de un equipo laboral pero por más veces que se diga parece muy difícil hacer entender, lo importante que es para las PYMES, que se rodeen de las personas adecuadas, especialmente en una empresa joven en crecimiento.

Siendo reduccionistas podríamos hablar de tres conceptos principales a la hora de seleccionar (muchas veces nosotros mismos) a un futuro empleado. El primero es interés «¿Está tan interesado en la idea como lo estás tu (o parecido)? El segundo concepto es el potencial de crecimiento y no la experiencia del pasado. Queremos avanzar no volver al pasado. El tercero es compartir tu visión del negocio con los candidatos para observar cómo conectan con ella. Si aplicas estos tres conceptos a tus próximas entrevistas de trabajo podrás contratar y retener el talento que tu empresa en crecimiento necesita.

Para finalizar un último consejo

Todo equilibrio, en las fases de crecimiento y consolidación de un empresa, pasan por cierta estabilidad para conjugar la vida laboral y la personal del gerente y por supuesto de los empleados. Esta es una “lucha” eterna que se da en casi todas las industrias y sectores empresariales. Los propietarios de pequeñas empresas pueden encontrarse que lograr este equilibrio es aún más difícil para su propia figura, debido a la responsabilidad general del desempeño dentro del negocio.

El problema es que si no se da esta conciliación y se trabaja mucho y muy duramente durante demasiado tiempo acabamos pagando un peaje en la salud del personal, el dueño del negocio y por tanto para la propia empresa, además de las relaciones con amigos y familiares. Piénsalo, hay mucho que perder.

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